Santuario Nacional de Aparecida

Thiago Leon

El Santuario de Nuestra Señora de la Concepción Aparecida, mayor Santuario mariano del mundo, se localiza en la región del Valle del Paraíba, situada en el eje Río - San Pablo, entre las dos ciudades más importantes del país. Por este valle corre el río del mismo nombre, Paraíba, que fue el palco de la aparición de la devoción que une a todo Brasil.

La piedra fundamental de la Basílica Nueva fue lanzada el 10 de septiembre de 1946, pero el inicio efectivo de la construcción ocurrió el 11 de noviembre de 1955. La primera misa en el lugar sucedió el día 11 de septiembre de 1946 y las actividades religiosas en el Santuario pasaron a ser realizadas, en definitivo, a partir del día 03 de octubre de 1982, cuando ocurrió el traslado de la Imagen de la Basílica Vieja para la Basílica Nueva.

En 1980, la Basílica Nueva fue consagrada por el Papa Juan Pablo II, que le concedió el título de Basílica Menor. En 1983, la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil (CNBB) declaró, oficialmente, a la Basílica de Aparecida como Santuario Nacional.

Actualmente, el Santuario es un gran centro evangelizador, confiado, desde 1894, al celo apostólico de los Misionarios Redentoristas, responsables de la pastoral y por la administración, en la atención a los romeros y peregrinos que llegan de todas las partes del País y del exterior.

Tres Papas visitaron el Santuario Nacional: Juan Pablo II, en el año 1980; Papa Bento XVI, cuando abrió la V Conferencia Episcopal Latinoamericana y del Caribe, en mayo del 2007; y Papa Francisco, en el 2013, en ocasión de la Jornada Mundial de la Juventud, realizada en aquel año, en Río de Janeiro.

Durante el mes de octubre, particularmente el día 12, día de Nuestra Señora Aparecida, personas de todos los lugares de Brasil visitan el Santuario, momento en que los ojos del mundo se vuelven para acompañar los festejos y la gran manifestación de fe del pueblo brasileño.

El Santuario Nacional acoge a millones de visitantes, anualmente. Con el lema ‘Acoger bien también es evangelizar’, trabajan en el Santuario los misionarios redentoristas, varias congregaciones religiosas femeninas, centenas de voluntarios y un gran número de trabajadores, que se dedican a recibir con calidad a los peregrinos.

Además de toda su estructura de acogimiento, accesibilidad e inversiones en comunicación, el Santuario Nacional también actúa en el área de la acción social. El número de beneficiados por las colaboraciones y proyectos alcanza a miles de personas, entre niños, adolescentes, ancianos y personas con discapacidad.